Las Medusas o Aguas Vivas se estan convirtiendo en una plaga de los mares. De todos los mares.
Cada vez que nos “pique” un agua viva, nos debe recordar que la temperatura del mar ha subido en promedio 1 grado centígrado, que los mares estan siendo depredados y contaminados.
El problema:
Las medusas son animales muy antiguos, aparecen en el Cámbrico, hace más de 500 millones de años. Vieron nacer y morir a los dinosaurios. Tienen ojos pero no tienen corazón ni cerebro, comen y defecan por la misma boca.
Hay unas 200 especies de medusa y la más peligrosa es la “avispa de mar” de australia, no obstante están aumentando en cantidad como en tamaño, por lo que las poco tóxicas pero enormes también se tornan peligrosas.
Muchas playas en el planeta se están plagando de aguas vivas y hay playas que deben clausurarse. También llegan a taponar los conductos de agua de usinas que refrigeran con agua de mar.
Los enemigos naturales de las medusas son básicamente algunas especies de peces (atún, pez luna) tortugas y ballenas.
Sumamos el calentamiento del agua a la depredación de los predadores de medusas nombrados y con el complemento de la contaminación de los mares, nos pican las medusas.
Las ciencias ambientales hablan de ciclos y equilibrios, esto esta en desequilibrio, al haber más medusas, estas se comen los huevos y larvas de peces que si crecieran se las comerían, por lo tanto no se las van a comer. Ballenas hay poquitas por lo que comen poquitas medusas. Y al haber menos peces hay más fito y zooplancton que comen las medusas. Y así es la historia.
La solución:
El calentamiento global genera más problemas que las aguas vivas, es un tema aparte y excede por su complejidad ser una herramienta para este problema.
La depredación de las especies que las controlan si puede ser una herramienta, por ejemplo en España estan criando tortuga boba, para tratar de controlar la plaga.
El uso industrial es una buena opción, tanto en China como en Japón, se comercializan medusas como alimento. Hacen desde ensaladas hasta hamburguesas. Pero no alcanza.
Hay que investigar usos industriales para la medusa para contener el avance de la plaga mientras se comiencen a implementar medidas globales para restablecer el equilibrio del planeta.
Por último, si no queremos ocuparnos de restablecer el equilibrio del planeta, una opción es comenzar a cambiar los nombres de algunos balnearios, por ejemplo, a la “Costa Azul” en el Mediterráneo le podemos poner “Costa Medusa”. A “La Mansa” en Punta del Este, Uruguay le podemos poner “La Medusa” y al pequeño balneario bonaerense que se llama “Aguas Verdes” le ponemos “Aguas Vivas”.
Alejandro Sanchez